Pedos vaginales: qué son, causas y cómo evitarlos

Por qué se producen los pedos vaginales

Las ventosidades vaginales, en la mayoría de los casos, se producen por una pérdida de tono muscular en las paredes vaginales. Durante la excitación, la penetración, o haciendo ejercicio, los músculos de la vagina se contraen y estiran, lo que facilita la entrada de aire en la vagina. A diferencia del ano, la vagina no tiene un esfínter para contraerlo e impedir la tan temida ventosidad.

Las flatulencias vaginales son más comunes en aquellas mujeres que han tenido muchos partos así como en aquellas que han perdido masa muscular por alguna enfermedad o por el paso del tiempo. Se han dado casos en mujeres jóvenes pero no es lo más habitual. La debilidad de la musculatura puede producir una constante contracción y expansión de las paredes vaginales que producen dichas ventosidades.

Cómo evitar los pedos vaginales

No hay milagros para este tipo de flatulencia a corto plazo, el truco está en fortalecer la zona pélvica mediante la realización de los famosísimos ejercicios de Kegel. Los beneficios de los ejercicios de Kegel son muy numerosos, desde facilitar el parto, la recuperación tras dar a luz, disminuir la incontinencia y aumentar el placer durante las relaciones sexuales.

Lo cierto es que es un ruido de lo más incómodo pero algo totalmente natural; además los pedos vaginales no producen olor ya que no provienen del intestino, no así los que provienen del ano que derivan de la fermentación de bacterias en el intestino.

Introduce uno de tus dedos en la vagina durante la penetración, principalmente cuanto estés en una postura en la que tus piernas estén muy separadas. También puedes intentar apretar la vagina todo el rato durante el coito.

En lo referido a los pedos vaginales durante las relaciones sexuales, lo más importante es que tengas una comunicación abierta con tu pareja para que no te sientas mal. A todas nos ha pasado alguna vez en la vida, así que ¡relájate y disfruta!